Historia

Pitágoras: quién fue y qué teorema dejó

Pitágoras: quién fue y qué teorema dejó
pitágoras

Pitágoras es uno de los personajes más conocidos de la historia. Fue un matemático y filósofo griego, que vivió entre los años 580 a.C y 495 a.C.

Seguro que el nombre de Pitágoras te suena, pero eso no quiere decir que conozcas cómo fue su vida ni mucho menos sus obras. Hablamos de uno de los personajes más importantes de la humanidad, cuyas contribuciones siguen estando vigentes hoy en día.

Justamente por eso, en las siguientes líneas te proponemos repasar quién fue Pitágoras y de qué se trata su famoso teorema.

Se considera que Pitáforas fue el primer matemático verdadero de la historia, e hizo aportaciones que revolucionaron la geometría y aritmética, entre otros campos. La Escuela Pitagoriana llegó a tener 300 miembros, cuyas reuniones se mantenían en el más absoluto secreto.

Pitágoras: el primer matemático

Lo conocemos como Pitágoras de Samos, nombre completo aunque le llamamos sólo Pitágoras, fue un filósofo y matemático de la Antigua Grecia. Popular por sus aportes en campos entonces incipientes como la aritmética, la geometría y la matemática helénica, y por haber influenciado tanto a Platón como a Aristóteles, es considerado «el primer matemático puro» de la historia del ser humano. Mayormente se dedicó a esta rama del conocimiento, si bien no fue ajeno a otras como la música y la filosofía. De ahí su gran importancia en la historia, que ha guiado y servido al resto de predecesores.

A pesar de que no se han podido rescatar textos de su autoría, probablemente eliminados por sus adversarios y el paso de los años, todos los avances de Pitágoras fueron recogidos por agradecidos discípulos que los transmitieron verbalmente hasta la actualidad.

Pitágoras nació en la ciudad griega de Samos, Jonia, alrededor del año 569 a. C. Pasó allí sus primeras tres o cuatro décadas, abandonando la localidad tras la muerte su padre Mnesarco, un mercader originario de la ciudad de Tiro que se dedicaba a vender piedras preciosas trabajadas por él mismo. Esto significa que Pitágoras tenía recursos económicos para interesarse por cuestiones más abstractas para la época.

Viajó a Egipto y Babilonia, y se nutrió de los saberes de otros maestros, pero se instaló en Crotona, pueblo ubicado al sur de Italia donde fundaría su propio movimiento. Desde allí influiría tanto al pueblo como a los gobernantes.

En poco tiempo, varios de los hombres que tomaban decisiones pedían consejo a Pitágoras sobre qué hacer y qué no hacer. Lamentablemente para él, sus seguidores fueron perseguidos. Y, temiendo por su integridad, debió huir al templo de las Musas. Podría decirse que aquí se pierde un poco el rastro, pero la mayoría de los investigadores coinciden en que debería haber muerto producto del hambre en Metaponto. Por suerte, en el siglo III d. C., Porfirio y Diógenes Laercio dejaron asentado parte de su legado.

La hermandad pitagórica

Un detalle curioso del movimiento fundado por Pitágoras es que admitía hombres y mujeres, al contrario de lo que se estilaba. Autodenominados «matemáticos», los integrantes de la Hermandad pitagórica ejercieron y promovieron el estudio de los números.

Antes reservados los cálculos únicamente al comercio y la política, poco a poco congregaron oyentes de todos los estatus sociales. Pero había sospechas de «secretismo». Eso hizo que Pitágoras fuera mirado con recelo y, tan pronto fue posible, la Hermandad acabó siendo desmembrada por los enemigos recelosos de su prestigio. Debió huir para descomprimir esa álgida situación.

Teorema de Pitágoras

El teorema de Pitágoras señala que el área del cuadrado cuyo lado es la hipotenusa (el lado contrario al ángulo recto) es igual a la suma de las áreas de los cuadrados de los otros dos lados.

La forma algebraica es la siguiente: c²=a²+b²

  • a y b son los catetos
  • c es la hipotenusa

Si hay que destacar un aporte entre las contribuciones de Pitágoras, no quedan dudas de que ese sería su teorema homónimo. Recordemos que la teoría del mismo es que «la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa», te lo sabes seguro del colegio porque nos lo hacían aprender en clase de matemáticas.

Este es uno de los teoremas más importantes en el campo de las matemáticas, y tiene multitud de aplicaciones. Por ejemplo, en el estudio de la trigonometría, permite conocer el área de cualquier tipo de triángulo mediante la división del mismo en triángulos rectángulos.

Rápidamente su teorema recorrió el mundo, ya que permitía despejar incógnitas hasta ese momento imposibles.

Pero no se quedó con eso. Se le atribuye la construcción geométrica de los sólidos perfectos, el descubrimiento de los números perfectos, los números poligonales y los números amigos. Y los matemáticos modernos dicen que sin sus trabajos con triángulos sería utópico resolver ciertos problemas complejos. Nunca nadie antes había introducido tampoco la idea de las raíces cuadradas.

Por último, Pitágoras insistió en el concepto de un universo en el que la Luna gira alrededor de la Tierra siguiendo el Ecuador. Algunos aseguran que Parménides fue el pionero en esas afirmaciones pero, en cualquier caso, Pitágoras coincidía con él.

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